Hace siete años por iniciativa de la familia Spezzano (papá Fabián, Tamara, Daiana, Emil y mamá Claudia Jara) nació el club Emaus.
“Surgió por las necesidades que teníamos de contar con un lugar propio, brindar la merienda, indumentaria y un lugar donde los chicos lo sientan como propio, donde puedan estar contenidos”, contó Tamara que agregó “Para poder conseguir ayuda necesitábamos contar con personería jurídica ya que cada vez que solicitábamos apoyo nos pedían ese requisito”.
El club, por ahora de hockey sobre césped, no tiene casa propia por lo tanto las chicas que participan en el Hockey Acción entrenan en la cancha municipal ubicada en el Polideportivo N° 2.
“En su momento teníamos todas las divisiones pero al no contar con ayuda no pudimos seguir y quedamos solamente con la primera”, aclaró.
En cuanto a los recursos que generan para poder subsistir Tamara explicó: “Es lo más complicado por la situación que estamos viviendo. Tratamos de sustentarlo con algunos eventos pero los gastos y nuestra realidad lo impiden. En este momento estamos tratando de seguir en el torneo pero se nos está haciendo difícil”.
Un lugar
“Sólo tenemos hockey pero la idea es lograr tener el espacio y dar deportes variados para todas las edades y géneros”, comentó la joven.
Al principio Caritas los ayudó con la merienda, en agradecimiento a ese gesto decidieron llamar al club Emaus (para la religión católica ese vocablo está relacionado con Tierra Santa).
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