Con un final épico, agónico, de película. Así se definió el tercer partido por la final de la Copa de Oro del básquet sureño que coronó a Deportivo Argentino Maxi tras su victoria como visitante sobre Andes de General Alvear 63 a 61.
Un juego en el que la Academia siempre fue protagonista, manejando las acciones y el tablero; sin embargo no pudo establecer una gran diferencia en el tanteador; y el croto lo aprovechó para luchar hasta el final.
No obstante, el último cuarto, en especial los últimos 30 segundos, ofrecieron un alto grado de emotividad. Con 34 segundos por jugar el tablero indicaba 58-59 en favor de la visita. Pero el dueño de casa dispuso de dos tiros libres que encestó Jesús Fernández para poner las cosas 60-59.
El entrenador albiceleste pidió minuto y entonces su equipo repuso desde la mitad de la cancha. Jugada que terminó con una falta sobre Martín Salas que embocó el primero (60-60) pero falló el siguiente con 27 segundos en el reloj. El peligro continuó en la zona pintada del local, con la visita dominando todos los rebotes, hasta que Martín Lombardo consiguió un falta y dos lanzamientos libres con 9 segundos por jugar; erró el primero pero acertó el segundo dejando las cosas 60-61 para los Maxi.
Minuto solicitado por Andes que reanudó el juego desde terreno albiceleste. Jugada personal de Gino Ferreyra que encaró hacia el aro pero lo cortaron con infracción a 4 segundos del final y dos lanzamientos por ejecutar: falló el primero pero anotó el segundo, equilibrando en 61 el tanteador.
Minuto para los sanrafaelinos a 4 segundos de la chicharra. Repuso desde el sector derecho en campo alvearense, Daniel Giménez. Recibió Meschini que devolvió la pelota a Giménez y el base con 3 segundos, corazones paralizados y gente que contenía la respiración, optó por una jugada personal. Encaró por el sector izquierdo, bordeando la zona pintada, ante rivales que lo seguían pero sin intención de cometer falta. Dicen que en el básquet, que el último tiro, la última bola, no es para cualquiera. Y en este caso la naranja estuvo en buenas manos porque Giménez con un lanzamiento poco ortodoxo, con escasa técnica y ante un rival que salió a cortarlo, llenó el aro con la pelota que le dio el título y desató la locura del pueblo albiceleste.
Deportivo Argentino Maxi, campeón, el mejor, el Rey de la Copa de Oro.