El protagonista de la historia es Luciano González. Tras su paso por Petrolero de Neuquén, el sanrafaelino se sumó (como entrenador) a Independiente de Oliva; equipo que actualmente participa en la Liga Nacional de básquetbol.
“En Petroleros (Neuquén) trabajé con un entrenador que luego se fue a Independiente. Pero nos mantuvimos en contacto. Un día recibí un llamado del presidente de Independiente que estaba interesado en mí para trabajar en el club y a partir de ahí se dio todo”, contó Luciano sobre su llegada al club cordobés y agregó “No era que estaba esperando esa chance, la deseaba y uno trabaja para eso; por lo tanto, el llamado me sorprendió y me puso muy feliz recibirlo”.
En Oliva (pueblo cabecera del departamento de Tercero Arriba), González es Segundo Asistente de Martín González, entrenador del plantel que afronta la Liga Nacional.
“Es otro mundo, La primera semana de trabajo estaba shokeado. No sabía si era un sueño, me pellizcaba para saber si era cierto estar ahí. El grupo de jugadores es muy lindo, jugadores jóvenes muy humildes”, aclaró.
¿Cuál es tu función dentro del cuerpo técnico?
“Colaboro en lo que necesite el entrenador, doy una mano en la edición de videos, en detalles estadísticos, participar en las prácticas, por ejemplo”.
Luciano también es Asistente en el equipo que compite en la Liga Desarrollo (participan elencos Sub 21 de la Liga Nacional): “Estoy a cargo del Scouting, de preparar los partidos y de sugerir estrategias”, aclaró.
Además, está a cargo de dos divisiones U17 y U19: “En estas divisiones hay muchos chicos reclutados de afuera. La primera semana fue de adaptación, al grupo que es muy lindo, a la forma de trabajo, al club”. Esas categorías compiten en un certamen asociativo ante equipos de Oliva, Oncativo y pueblos cercanos.
Mientras prepara su trabajo final dentro del Nivel 3 de Entrenador Nacional; Luciano vive un momento muy especial.
“Uno siempre sueña y a veces se cumplen. Ahora queda seguir soñando para estar más arriba”.
