El domingo 5 de diciembre de 2004 es una fecha histórica para Cuadro Benegas porque ese día se consagró campeón de Primera «A» del fútbol sanrafaelino por primera y, hasta el momento, única vez en su historia.
El torneo Clausura de la liga local que se jugó ese año fue uno de los más parejos y emocionantes de los últimos tiempos.
Dos fechas antes de terminar el Apertura, la dirigencia de Cuadro Benegas decidió remplazar a Alejandro Allende de floja campaña.
«Yo no soy entrenador, dirijo el domingo mientras tanto buscamos uno”, comentaba en su momento Gerónimo Varas, que ese día debutó como técnico y su equipo goleó a Pedal 4 a 0.
El certamen de la segunda parte del año tuvo a cuatro equipos luchando por el título, tres de ellos hasta la penúltima fecha.
La décima jornada fue clave para la definición porque perdieron Monte Comán y Sport Club Quiroga, pero sobre todo porque ganó Cuadro Benegas (a Balloffet), que llegó al último partido puntero, dependiendo de sí mismo.
Dos torneos
Ese segundo semestre de la temporada Cuadro Benegas jugó dos campeonatos. Uno dentro del campo de juego y el otro en la Liga Sanrafaelina.
La polémica se produjo a raíz de un pedido que realizó el club mirasol. Su arquero Carlos Fuentes se lesionó y al no tener suplente solicitó el reemplazo del jugador.
El consejo directivo autorizó a todos los clubes para incorporar un refuerzo.
Sin embargo, cuando Cuadro Benegas venció al Deportivo Malargüe el consejero de los xeneizes, Alberto Pérez, protestó el partido aduciendo la mala inclusión del arquero Colombatti (atajó tres partidos y lo hizo muy bien), ya que no había quórum suficiente en ese momento para reconsiderar el pedido.
El tema pasó al Tribunal de Penas, se estiró, fue motivo de arduos e intensos debates en la sede ubicada por aquel entonces en calle Bombal 166, hasta que finalmente se desestimó la protesta.
«Ganar esa pulseada también fue clave», recordó Varas.
Una charla técnica inolvidable
Gerónimo Varas nunca había dirigido a un equipo de fútbol. Y en su primera experiencia vivió un momento muy risueño.
«Tengo mala memoria, entonces antes de la charla técnica anoté en un papel algunas cosas para resaltar antes del partido. Pero cuando iba a empezar la charla se cortó la luz del camarín. Abrimos la ventana pero no veía bien, así que se me complicó bastante la lectura. Le dije al Checho Asiar que me leyera el título de lo que tenía preparado así me acordaba y empezaba», contó Gerónimo.
Agregó que «al rato parece que Asiar se confundió y me pasó mal la letra, yo seguía hablando hasta que se acercó el Chiqui Lima y despacio comentó ‘eso ya lo dijo”.
Un día para la historia
En el estadio ubicado al costado de la ruta 144 todo era una fiesta de color negro y amarillo.
El equipo dirigido por Gerónimo Varas recibió a Las Paredes y lo derrotó por 2 a 0, con goles de Héctor Lima (la figura del partido) a los 11 minutos y de Alberto Marín a los 46, también de la etapa inicial.
La segunda parte estuvo de más, porque el local manejó los tiempos y no sufrió sobresaltos ante un rival que prácticamente no lo inquietó.
Llegó el pitazo del árbitro Sergio Ribotta y se desató la locura. Grandes y chicos saltando, festejando y en muchos casos llorando.
La vuelta olímpica dentro de la cancha fue rápida, ya que desde el estadio mirasol partió la caravana del campeón que recorrió el Kilómetro Cero y la Rotonda Oeste de la ciudad, retornando al distrito.
Han pasado veinte años de ese momento de gloria para uno de los pocos equipos de distrito que tienen un título en primera división.