Durante la cena con motivo de los 100 años del Sportivo Pedal Club, el Polideportivo ubicado en Pedro Vargas y Cabildo pasó a llamarse “Humberto Maddalozzo”.
Cuando ingresa el Poli, o escucha o lee y está su nombre: ¿Qué le genera?
“Es algo increíble que jamás lo soñé ni lo esperaba, fue muy sorpresivo. La Comisión Directiva del club ha tenido una generosidad enorme para conmigo. Me llena de emoción día a día ver o escuchar que el Polideportivo lleva mi nombre”, destacó Humberto que llegó a San Rafael, desde Los Barriales (Junín, Mendoza) en1995.
Su llegada al club
“Un día Ariel Paquez (en aquel momento Coordinador del fútbol infantil) me aconsejó que trajera a Federico (su hijo) a jugar a la escuelita, ahí empecé a visitarlo y conocer al club y vivir esos años que fueron bastantes difíciles para Pedal” y agregó “Siempre tenía una curiosidad que me impactaba mucho. El hecho de pasar por el club y ver autos estacionados únicamente los domingos a la tarde cuando jugaba la primera. Veía el potencial que tenía esta institución ubicada estratégicamente. Yo decía cómo puede ser que este club tenga vida solamente un domingo. Y fue la pregunta que, en su momento, cuando comenzamos a trabajar le comenté a la gente que acompañaba en ese momento”.
Y un día…llegó a la presidencia
“Siempre teníamos conversaciones con Daniel Colombatti (eran vecinos) y le decía que, quizás, podíamos darle otra impronta. El club en ese momento alquilaba la cancha de Las Paredes para jugar como local porque en su cancha se hacía Speedway. Los chicos entrenaban en otros lugares. Un día lo invité con la intención de formar otra comisión y fue ahí cuando conocí a la mayoría de las personas que estamos trabajando desde esa época y hasta la actualidad. Con algunas bajas y altas pero el grupo se ha mantenido durante todos estos años».
El sueño del Poli
“Las primeras reuniones que tuvimos acá en el club fueron en el piso del terreno donde ahora está el Poli. En las separaciones que tenía el piso habían crecido yuyos que tenían como un metro de alto, así que, veníamos con anchadas, limpiábamos para que los chicos pudieran hacer algún deporte. Había una convicción de ver si se podía levantar el Polideportivo, esa una de las metas más importantes que haría revivir al club y no nos equivocamos porque uno pasa a diario y el movimiento es incesante los siete días de la semana. Da la sensación de ver algo vivo”.
En nuestro fútbol, ser dirigente genera un desgaste que, al cabo de un tiempo termina por alejar a las personas de los clubes. Sin embargo, no es el caso de Pedal donde van alternando los cargos y todos se mantienen trabajando y apoyando. ¿Cuál es la fórmula?
“La fórmula es una mezcla de juventud y experiencia. Cuando empecé tenía 48 años y ahora tengo 61. Eso permite que las energías se vayan renovando y esa alternancia (cada presidencia dura dos años) ha sido muy buena. También cuando se ven los resultados y que uno avanza, eso ayuda para seguir trabajando todos juntos”.
Humberto Maddalozzo, el hombre que motorizó la idea-el sueño, convenciendo a propios y extraños. Merecido homenaje para un dirigente ejemplar pero sobre todo una gran persona, dentro y fuera de la cancha.