La novela de Cristian Medina terminó y con un desenlace muy llamativo. El volante de 22 años, que hace meses no es considerado en Boca por conflictos de intereses con la dirigencia, ejecutó su cláusula de salida y será jugador de Estudiantes de La Plata hasta junio del año próximo.
El monto que debía pagarse era de 15 millones de dólares. ¿Quién se hizo cargo de la inversión? Foster Gillett, un empresario estadounidense con vínculos con Juan Sebastián Verón y pasado en el fútbol europeo cuyo nombre salió a la luz hace poco en medio del debate que involucra a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD).
Foster es hijo de otro magnate, George Gillett, quien supo ser dueño del Liverpool de la Premier League, de los Harlem Globetrotters de los Estados Unidos y de otros equipos europeos de fútbol. El propio Foster Gillett, entre 2007 y 2010, fue parte de la Junta Directiva de los Red Devils, pero aquella fue una muy mala época a nivel institucional para el Liverpool y su gestión es catalogada como un “fracaso”.
El nombre de Gillett resonó en Argentina hace unos meses cuando se supo que el presidente de Estudiantes Juan Sebastián Verón, ferviente defensor de las SAD, había firmado con él un preacuerdo para que Gillett y su empresa se convirtieran en socios del Pincha e invirtieran alrededor de 150 millones de dólares, destinados a remodelar el estadio, el campo de juego, impulsar el fútbol femenino, construir centros de alto rendimiento y más.
Falta la aprobación de los socios en una Asamblea Extraordinaria para que el acuerdo se selle, pero todo indica que Foster Gillett y el club que preside la Brujita consolidarán el pacto. No por nada Gillett ya realizó su primer gran “gesto” para con Verón y Estudiantes al pagar la cláusula de Cristian Medina y cederlo al Pincha hasta mitad de año.