Una de las grandes sorpresas de la fase de grupos de la Euro fue la Selección de Austria, que se quedó con el primer puesto superando a dos potencias como Francia y Países Bajos, y el gran artífice de esto fue el alemán Ralf Rangnick, su entrenador.
Nació en Alemania en 1958, y a pesar de que intentó llegar a Primera División con el VfB Stuttgart II de su país, lo dejó libre cuando todavía era un joven de las inferiores. Por este motivo, con menos de 30 años lanzó su carrera como entrenador y tuvo su primera experiencia en las juveniles del SSV Ulm 1846. Luego de casi 10 años de experiencia, el SSV Reutlingen, lo contrató para dirigir la primera en 1995. En su primera temporada finalizó cuarto y casi logra el ascenso, pero al año siguiente renunció para pasar al SSV Ulm 1846.
En la temporada 1997/98 fue el mejor de todos y logró el ascenso a Segunda División. A inicios del 1999 firmó contrato con el Stuttgart, equipo de su infancia, para dirigir en la Bundesliga a partir de mitad de año.
Luego de dar el salto a la primera de Alemania, Rangnick empezó a estar en los ojos del resto de los clubes, y tras dejar Stuttgart en 2001 fue entrenador del Hannover 96, Schalke 04, Hoffenheim y Leipzig. De hecho, con el Schalke se consagró campeón en tres oportunidades: Copa de la Liga de Alemania 2005; Copa de Alemania 2011 y Supercopa de Alemania 2011.
Tras su paso por el Leipzig, donde logró terminar tercero en la Bundesliga y llegar a la final de Copa de Alemania, dio un salto en su carrera para dirigir al Manchester United. A finales de 2021, los Red Devils contrataron a Ralf, que en ese entonces era director deportivo, y asumió hasta finalizar la temporada 2021/22.
Sin embargo, cuando finalizó la temporada la directiva decidió no renovarle el contrato y semanas después la Selección de Austria lo contrató pensando en el Mundial de 2026 pero con el claro objetivo de clasificar a la Eurocopa 2024. En la clasificatoria para el torneo continental, los austríacos arrasaron en su grupo y finalizaron segundos, solamente un punto por debajo de Bélgica, ganando seis de los ocho partidos que disputaron. Los otros dos fueron un empate y una derrota.
Cuando el DT ya tenía la mente puesta en la Euro, el Bayern Múnich quiso contratarlo, pero Ralf rechazó la propuesta con un mensaje contundente. «Soy el técnico de Austria con todo mi corazón. Este trabajo me trae mucha alegría y estoy decidido a continuar por el camino que hemos emprendido», declaró en mayo de este año.
En la copa que se juega en Alemania, Austria no tuvo suerte en el sorteo y compartió el Grupo D con Francia y Países Bajos, pero el equipo dirigido por el alemán dio el golpe en su zona y finalizó primero con seis puntos, imponiéndose frente a los neerlandeses y a Polonia. Ahora, en octavos de final deberá enfrentar a Turquía con el sueño de seguir haciendo historia.